El modernizador de la banca


J. M. MARTÍNEZ Y M. PERIÁÑEZ. La voz de Galicia. -  Entre lo posible y lo probable, casi siempre sucede lo inesperado... excepto en el Santander. El repentino fallecimiento de Emilio Botín, próximo a cumplir 80 años, ha precipitado el cambio al frente del Grupo Santander con la máxima celeridad.
12 de septiembre de 2014

Sin embargo, dicha rapidez en la decisión no tiene nada de improvisación. Hace muchos meses que en la cúpula del Banco Santander se vienen produciendo movimientos que sólo podían ser interpretados en clave de relevo. Desde el nombramiento del nuevo Consejero Delegado, Javier Marín, hasta los subsiguientes  del responsable de Banca Comercial Global, Javier San Félix, la reorganización del Área de RRHH, Organización y Costes, la creación de la División Santander España. Movimientos todos que apuntaban a un cambio estructural profundo en la concepción misma del modelo de negocio. También habíamos interpretado algún movimiento en Santander UK, tras la fusión con Banesto, en clave de ir preparando la llegada a la presidencia del Grupo de Ana Patricia Botín.

Emilio Botín ha sido un banquero de estirpe, que supo llevar adelante un proyecto personal que a muchos se les antojaría imposible: convertir un banco local sin apenas implantación en el país (se le invitaba a las reuniones de los 7 grandes casi por deferencia), con unos centenares de oficinas y pocos miles de trabajadores, en el primer Banco de España y una entidad de referencia a nivel mundial, con  implantación en más de 20 países, cerca de 18.000 oficinas y 200.000 personas en todo el mundo.

Es innegable la aportación de Emilio Botín a la modernización definitiva de la Banca en España. Dinamitó el oligopolio de los 7 grandes heredado de la dictadura, introduciendo la competencia real entre entidades a principios de los 90. Por cierto, eso mismo supuso la irrupción del Santander en UK, tras el problema que supuso la desaparición de los Saving Banks en forma de oligopolio y exclusión financiera. Fue pionero, asimismo, la diversificación internacional, que a la postre se ha demostrado como la mejor garantía de sostenibilidad del Banco ante las adversidades económicas globales y locales. Y ha sido un defensor a ultranza de la españolidad de la marca, en tiempos en los que ser un banco español ha estado penalizado considerablemente.

De manera inseparable, igualmente importante ha sido su papel en la reordenación del sistema financiero español, a través de acuerdos con los sindicatos. Más allá de la discusión permanente entre Empresa y Sindicatos, tanto en el Banco como en el sector  se ha consolidado un marco estable de Relaciones Laborales que ha apostado por los compromisos íntergeneracionales, con salidas no traumáticas y generación de nuevo empleo, así como la mejora de condiciones laborales como la libranza de los sábados o la externalizacion de los compromisos por pensiones, haciéndolo compatible con la eficiencia y rentabilidad del negocio.

También era Botín un hombre cercano en el trato, alejado de escándalos personales y de imágenes de boato y ostentación y que nunca rehuyó una discusión sobre temas conflictivos. Como anécdota, recordaré que durante una visita a Bilbao, fui testigo de que durante una protesta que el sindicato realizaba en la puerta de la Oficina Principal, salió a la puerta y preguntó a los sindicalistas de CCOO por el motivo de la misma, afirmando "mándenmelo por escrito que lo hablaré con el Jefe de Personal". Por cierto, con socarronería comentaba cuando veía comunicados del sindicato con grandes manchetas rojas, "al menos utilizan el mismo color corporativo..."

Sin duda Botín ha sido una persona controvertida, y junto a sus éxitos empresariales también ha vivido polémicas reputacionales: su amparo al anterior Consejero Delegado cuando la presión de la justicia sobre él se hacía insostenible, las dudas sobre las cesiones de crédito, el fondo Banif Inmobiliario o los Valores Santander, incluso sus discrepancias con Hacienda, han planeado también sobre su gestión.

Para CCOO el nombramiento de Ana Patricia Botín al frente del Banco Santander garantiza la estabilidad institucional que permitirá al Santander mantener el puesto de liderazgo que ocupa en el sistema financiero europeo y mundial. Liderazgo que debe traducirse en dinamizar el sistema económico a través del Crédito, función social con la que deben cumplir las entidades bancarias. Y todo ello, en un entorno laboral que debe seguir apostando por el empleo y las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras de la Entidad.

 

José María Martínez es secretario general de la Federación de Servicios de CC.OO. y Miguel Periáñez, secretario general del sindicato en el Banco Santander


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