La reforma de las pensiones: última oportunidad para la ISR
De acuerdo con la Ley de Economía Sostenible recientemente publicada por el BOE, tenemos que esperar a un desarrollo reglamentario por parte del Ministerio de Economía y Hacienda para que los fondos de pensiones informen si usan criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo para la gestión de los mismos.
Esto es una demanda del sector de la inversión socialmente responsable (ISR), que a través de Spainsif hizo llegar a los distintos partidos políticos durante la tramitación parlamentaria y de la que tan sólo CIU se hizo eco proponiendo sendas enmiendas tanto en el Congreso como en el Senado.
La ISR ha tocado fondo en lo que se refiere a la inversión retail tal y como reflejan los datos de Santander Asset Management referente al pasado ejercicio, con una caída del patrimonio gestionado de un 72 por ciento y lo que es más grave con una reducción de los fondos que tienen la calificación de socialmente responsable.
El afianzamiento de la ISR no es un tema de que exista un mayor riesgo sino de desconocimiento y de interés por nuestra clase política. Pongamos un par de ejemplos sobre el rendimiento de los grandes fondos que se gestionan teniendo en cuenta este tipo de considerandos.
El fondo de pensiones sueco AP7 tuvo un retorno en 2010 de 10,2 por ciento, el fondo de pensiones de los empleados públicos de California, el famoso Calpers, obtuvo un retorno del 13,4 en el mismo periodo. Por último, el Fondo Noruego de pensiones tuvo un retorno del 9,8 por ciento en el tercer trimestre del año pasado.
Ahora se esta negociando en el Congreso de los diputados la reforma de las pensiones aprobada en el Consejo de Ministros del 28 de enero, y que tenía el beneplácito de los agentes sociales.
Es en este momento cuando necesitamos inversión que genere empleo y riqueza en nuestro país, necesitamos una inversión que también sea sostenible como es la inversión socialmente responsable, y ahora se tienen que tomar medidas que posibiliten esto.
Precisamente en un diario económico podíamos leer el siguiente titular “Cajas y grandes fortunas un dinero difícil de atraer”. Esperemos que gobernantes adopten normas que lo posibiliten y no se produzcan hechos como que Amancio Ortega desmonte su Sicav para negociar la compra de bienes inmobiliarios. España necesita inversión que genere riqueza sostenible para todos.