¡Me quiero jubilar en Luxemburgo!


En Eslovenia los hombres se jubilan a los 58 años y en Luxemburgo cobran más del 100% de su sueldo.
¿Podremos soñar en el futuro con una pensión europea?


Si tienen prisa para jubilarse, entonces lo mejor sería cobrar la pensión en Eslovenia. Si en cambio lo que más les interesa es mantener su nivel económico en los años que le quedan por vivir, entonces no se lo piensen dos veces: jubílense en Luxemburgo.

Así es. Mientras la Unión Europea avanza hacia una uniformización de sus mercados, existen todavía muchas discrepancias en lo que se refiere a los sistemas de pensiones. Según un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y un estudio de la consultora Aon Consulting, cada país adopta un modelo distinto de jubilaciones en relación con la estructura de su población. Y algunos están en mejor posición que otros para enfrentarse al envejecimiento de sus ciudadanos.

Uno de los mayores retos es el aumento de la esperanza de vida. Cuando el canciller alemán Otto Von Bismarck estableció la primera pensión pública en 1889, la esperanza media de vida era de sólo 45 años. El objetivo era ofrecer unos ingresos mínimos a aquellas pocas personas que alcanzaban los 65 años. Hoy no es así. "El problema es que estamos cotizando poco en relación con los años que estamos viviendo", comenta José Antonio Herce, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

De acuerdo con Aon Consulting, los países de la Europa del Este tienen una edad de jubilación más baja que el promedio. En Eslovenia el trabajador puede cobrar su pensión a los 58 años. Las mujeres de Letonia, Estonia y Hungría también pueden acceder a ese derecho a esta edad. En la Europa occidental, en cambio, se tiende a fijar en los 65 años la edad a partir de la cual percibir una pensión.

Esta divergencia se explica por el hecho de que la esperanza de vida en estos países es más baja. Los hombres de Letonia cuentan con una edad media de vida de 77,5 años, la más baja de toda la UE, mientras que los suecos son los que viven durante más tiempo: 81,9 años. Según la OCDE, los países que tienen una esperanza de vida más breve pueden llegar a pagar, en comparación con el promedio, un 10% más sus pensiones.

Ahora bien, con el desarrollo económico esta divergencia entre Europa del Este y del Oeste está destinada a reducirse. Pero aunque la edad de jubilación acabe siendo igual para todos, el importe de las pensiones sigue siendo muy distinto entre un país y otro.

En efecto, en las economías avanzadas, un empleado recibirá de promedio el 68% de sus ingresos netos en el momento de jubilarse. Pero algunos países son, por decirlo de alguna manera, más generosos que otros. El caso más emblemático es el de Luxemburgo. En el gran ducado, gracias a un distinto régimen fiscal, el jubilado cobra más del 100% de su anterior sueldo.

En el frente opuesto, una de las situaciones más curiosas es la que se vive en Irlanda. Tiene una de las poblaciones más jóvenes de la UE y, en teoría, el Estado podría asumir el coste de las pensiones sin mayores problemas. Pero la tasa de reemplazo (es decir, el porcentaje de sus últimos salarios que le corresponderá como pensión) es la más baja de la OCDE y no alcanza el 40%. Esto se debe a que los sistemas anglosajones (la situación es muy parecida en el Reino Unido y en Estados Unidos) una parte importante de las pensiones se financia con los ahorros privados.


En cambio, en Italia, Austria o Grecia el impacto de las pensiones en las finanzas públicas es relevante, porque se pagan pensiones muy generosas a lo largo de muchos años. Donde dura más la jubilación es en Francia, pero en comparación los trabajadores franceses cobran unos porcentajes inferiores respecto a los italianos o los griegos.

¿Y España? "No tendrá problemas hasta el 2025 gracias a que el número de cotizantes aumenta y se crea empleo", dice Herce. Eso sí, los expertos advierten que más allá de esta fecha, habrá que estudiar medidas que incluyan también sistemas privados.

La pregunta, sin embargo, sigue sin tener una respuesta: ¿Podremos soñar en el futuro con una pensión europea? En la actualidad existen convenios entre los estados para incluir en el cómputo final de las pensiones las cotizaciones pagadas en distintos países, pero nada más. "Las perspectivas de uniformización son muy lejanas y prácticamente inexistentes", opina Herce. Por su parte, Alfredo Rey, de Aon Consulting, cree que "sería algo deseable, pero es muy difícil. El problema no es tanto uniformar el cálculo de las pensiones cuanto la fiscalidad de éstas". Mientras que los políticos siguen discutiendo, muchos seguirán soñando con jubilarse en Luxemburgo.

La Vanguardia


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