Envejecimiento activo, con dignidad e igualdad


CCOO. - La realidad es terca y desmiente el discurso intencionadamente optimista del gobierno de que estamos saliendo de la crisis. Y un colectivo que ha vivido en su realidad cotidiana de manera especial el empeoramiento derivado de la crisis y de las políticas antisociales del PP es precisamente el de las personas mayores, pensionistas o jubiladas. Porque en la población mayor se concentran las necesidades de servicios públicos y protección social, son quienes han sufrido directamente el impacto de los recortes sociales, el desmantelamiento de los servicios públicos, el estrangulamiento efectivo de la Ley de Dependencia, el copago farmacéutico, la congelación y pérdida de poder adquisitivo de las pensiones. Un empeoramiento general que ha agravado los riesgos de discriminación múltiple para las mujeres mayores.
02 de noviembre de 2015

Desde CCOO hemos denunciado reiteradamente el efecto de la política neoliberal del gobierno del PP, que con la excusa de la crisis ha optado por políticas de austeridad que han recortado servicios públicos en sanidad, dependencia, etc., que afectan especialmente a las mujeres mayores: los sanitarios, el copago farmacéutico, el desmantelamiento del sistema de Dependencia, que ha dejado sin derecho efectivo a las mayores dependientes y ha aumentado la carga de cuidado a las mujeres con dependientes en su entorno familiar.

Recordemos que  las mujeres mayores son la mayoría de las personas usuarias del sistema de dependencia (fruto de su mayor esperanza de vida, miles de mujeres llegan a edades muy avanzadas necesitando cuidados permanentes o con enfermedades discapacitantes), y que la Dependencia y, en general los servicios sociales, son un sector de empleo feminizado, que, en solo  tres años, (2011-13), ha perdido 56.700 empleos, y el 85% del empleo destruido estaba ocupado por mujeres (48.300).Además, el colectivo de personas cuidadoras no profesionales es, en un 90%, mujeres. Ha crecido el empobrecimiento de las mayores de 65 años (1 de cada 5 está en riesgo de pobreza), y, si se suman otros factores (pensión no contributiva o asistencial, familiares a cargo, discapacidad, etc.) esta pobreza se multiplica. En las mujeres mayores sigue recayendo casi en exclusiva el trabajo doméstico y de cuidados de familiares, tareas que son naturalizadas en función del rol de género y que les acompañan con carácter vitalicio en tanto tengan fuerzas para desempeñarlas. Y sabemos que se trata de un trabajo no reconocido, que se invisibiliza y que impide su participación social. 

Como ha manifestado Ana Herranz, secretaria confederal de Mujer e Igualdad de CCOO, en una ponencia durante el curso "Envejecimiento activo, hábitos saludables y prevención de la dependencia", que ha organizado  la Federación de Pensionistas de CCOO en Madrid del 26 al 29 de octubre, En CCOO sabemos que tenemos defender unos servicios públicos universales y de calidad que son nuestros, sabemos que tenemos que defender activamente el Estado del Bienestar. Sabemos que debemos recuperar la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, que puede suponer perder casi un 30% de la pensión en 15 años. Sabemos que debemos terminar con las brechas de género en salarios y pensiones. Sabemos que mejorando en el presente los salarios, las pensiones, la protección social y los servicios públicos mejoramos las condiciones de vida de las personas mayores, pensionistas y jubiladas, las actuales y las del futuro. 

Porque sólo si conseguimos que la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad en todos los ámbitos de la vida podremos acceder a un envejecimiento activo en los términos que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), que define el  envejecimiento activo como un ?proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen?. Un envejecimiento socialmente activo y de calidad supone un envejecimiento autónomo, en una situación económica y social digna y libre de pobreza. Condiciones que sabemos no tienen las personas mayores en la actualidad, y de manera más acusada, las mujeres.

 En CCOO sabemos también que para un envejecimiento activo, seguro, saludable, para todas y todos hay que incorporar a todas las políticas la transversalidad de género y hay que tener en cuenta las necesidades y problemas específicos de las mujeres mayores. Los económicos y los sociales, incluidos los de reconocimiento y participación igualitaria. Para ello reclamamos avances en corresponsabilidad familiar entre hombres y mujeres y el Estado. Reclamamos avanzar en representación equilibrada de mujeres y hombres en la vida pública. Reclamamos el protagonismo y la visibilidad que nos corresponde en el lenguaje, en las imágenes, en la cultura, en la historia. Reclamamos efectividad, recursos educativos, económicos y sociales para acabar con las violencias machistas hacia las mujeres. 

#ExigeCCOO

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