El Gobierno abre la puerta a exigir la conversión de las preferentes
El real decreto-ley de saneamiento y venta de activos inmobiliarios del
sector financiero aprobado por el Gobierno esconde una buena noticia
para los dueños de participaciones preferentes. Más allá de la necesidad
de provisionar el crédito promotor sano, de crear los bancos malos o de
establecer la vía para los rescates de entidades, el Ejecutivo ha
incluido una disposición en la que abre la puerta para exigir el canje
de las preferentes o deuda subordinada por acciones o bonos
necesariamente convertibles.
18 de mayo de 2012
La intención del Gobierno es regular en un
real decreto "los supuestos en los cuales las entidades emisoras de
participaciones preferentes u obligaciones subordinadas deberán ofrecer
su canje por acciones o por obligaciones subordinadas previsiblemente,
bonos necesariamente convertibles en renta variable de la entidad
emisora". Es más, la nueva normativa fijará también "los criterios para
determinar el porcentaje del valor nominal de dichos instrumentos que
deberán ser objeto de canje".
Hasta ahora, las entidades han fijado las condiciones de las
conversiones de manera unilateral. En algunos casos se han canjeado por
bonos obligatoriamente convertibles, por deuda subordinada, por acciones
o incluso depósitos. La obtención del 100% de la inversión inicial se
ha condicionado en algunos casos a la permanencia en el capital de la
entidad por un periodo de tiempo determinado.
Reforzar capital
A falta de conocer la literalidad del real decreto, fuentes
financieras aseguran que el objetivo del Ministerio de Economía es
reforzar el capital de las entidades más débiles al requerir la
conversión de instrumentos que ya tienen emitidos, al margen de la
dilución que eso pueda suponer para sus accionistas. Pero, a la vez, el
Gobierno se alinea con los intereses de los dueños de las preferentes,
que llevan tiempo reclamando la conversión de esos títulos o la
devolución de su dinero. Y es que las preferentes tienen la
consideración de deuda perpetua, lo que significa que el emisor no tiene
la obligación de amortizarlas en una fecha determinada.
El real decreto que prepara Economía cambia esta realidad. A partir
de ahora, habrá unos supuestos en los que la conversión será
obligatoria. Eso sí, puesto que el objetivo del Gobierno es reforzar el
capital de las entidades financieras, la devolución del dinero queda
descartada. Aun así, convertir las preferentes en acciones supone salir
de un activo ilíquido y entrar en otro que puede ser vendido todos los
días en el mercado. Si el canje se realiza por bonos subordinados (los
famosos bonos convertibles contingentes) la conversión en acciones no
será tan inmediata, pero ese será su destino final. De todas formas,
todo depende de la ecuación de canje y de la fórmula que se elija para
que los inversores salgan mejor o peor parados.
En estos momentos, hay todavía 6.800 millones de euros en preferentes
en circulación y 3.000 millones corresponden a la emisión de 2009 de
Caja Madrid, ahora en manos de Bankia-BFA. Los grandes bancos han hecho
ya ofertas de conversión, pero las cajas medianas y pequeñas todavía
cuentan con muchas preferentes en sus balances.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sido hasta el
momento la principal promotora de los canjes efectuados. Siempre ha
defendido que las conversiones deberían hacerse por instrumentos "más
líquidos y menos complejos".
Hasta hace unos meses, las preferentes eran instrumentos totalmente
opacos y sin precios reales de mercado. El organismo presidido por Julio
Segura obligó a las entidades a que dieran a sus clientes cotizaciones
de mercado y prohibió el mercado interno de transacciones entre clientes
de oficina.
La cifra
6.800 millones de euros están circulación en
preferentes vendidas a particulares, frente a los casi 30.000 millones
que había en mayo de 2011.
Las entidades que aún no han realizado canjes
BBVA,
Santander, Sabadell, Popular, CaixaBank, BMN, Banca Cívica, Pastor,
Banesto y Cajasur ya han ejecutado o lanzado ofertas para recomprar
todas las preferentes que colocaron entre los inversores minoristas. Las
fórmulas han sido variadas, pero las benévolas han sido las de BMN y
Cajasur, que ofrecen depósitos.
Bankia ha canjeado una parte de
las preferentes que tenía en circulación (más de 800 millones de euros),
pero aún le quedan 3.000 millones en el balance precisamente de su
matriz, el nacionalizado Banco Financiero y de Ahorros (BFA). También
tienen preferentes de particulares en circulación Novagalicia (903), CAM
(1.310) -en este caso Sabadell ha mostrado su disposición a
canjearlas-, Catalunya Caixa (480), Caja España Duero (412), Liberbank
(178), Bankinter (343) y Unnim (173).
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