Caixa Galicia continúa haciendo caja con la venta de la mitad de su red de oficinas
La sexta caja española por volumen de negocio estudia la venta, con opción de recompra, de alrededor de 400 oficinas en España. La entidad deja fuera de la operación las sucursales gallegas e internacionales.
14 de mayo de 2008
Caixa Galicia, que a lo largo de los
últimos meses se ha ido desprendiendo de participaciones en el sector
energético (Unión Fenosa y Galp), mantiene su intención de seguir
haciendo caja. En esta ocasión será con la venta de las sedes de sus
oficinas fuera de Galicia. En total son 383 los locales que estudia
poner a la venta con opción de recompra y que se reparten entre las
comunidades de Asturias, Castilla-León, Madrid, Andalucía, Levante,
Cataluña, País Vasco y Baleares.
La operación se articulará
bajo un sistema de sale and leaseback (venta y posterior arrendamiento
por un periodo determinado por la caja), ya utilizado, por ejemplo, en
la venta de la red de oficinas de Santander. El resto de su red
(integrada por 518 oficinas en Galicia y en el mercado internacional)
mantendrán la situación actual. Aún se desconoce cuál es el precio
aproximado de estos activos en mercado, variable que depende
directamente del período que la caja permanezca como arrendatario.
Los objetivos
La
operación permitirá que la primera caja gallega aflore importantes
plusvalías que destinará a un gran proyecto que se materializará a
corto plazo en Galicia, según destacaron fuentes oficiales de la
entidad financiera. Las mismas explican que la caja ha observado con
atención la operación efectuada en su día por el banco presidido por
Emilio Botín.
La caja que dirige José Luis Méndez cerró el
primer trimestre del año con un beneficio atribuido de 133 millones de
euros, lo que supuso un incremento del 5% gracias a la venta de un 1,5%
de su participación en Unión Fenosa, que le supuso unos ingresos de 200
millones de euros. A pesar de la desaceleración y la volatilidad de los
mercados, la entidad mantiene una holgada posición de liquidez, con
4.000 millones de euros a cierre de marzo, y es de las pocas que tiene
vencimientos mayoristas este año.
Fuentes de la caja aseguran
que si la operación sobre las sedes de sus oficinas no llegara a
materializarse, efectuará de igual modo las inversiones previstas, y
subraya que Corporación Caixa Galicia, el brazo inversor de la caja,
cuenta con mil millones de euros disponibles para invertir. La
corporación se reforzó recientemente con una ampliación de capital que
dio entrada al empresario local Manuel Añón.
Con esta venta, la caja gallega sigue los pasos ya dados por otras entidades financieras como Santander, BBVA o Banco Popular.
Este
tipo de operaciones tienen como objetivo la optimización del balance de
las entidades y la captación de financiación para llevar a cabo otro
tipo de transacciones, más aún en el actual contexto de crisis de
liquidez en los mercados financieros.
Santander ha sido la
entidad que ha llevado a cabo la operación de venta de inmuebles más
ambiciosa del sector financiero español. La entidad colgó el pasado
verano el cartel de venta a su ciudad financiera, su red de oficinas y
los edificios emblemáticos del banco.
El proceso culminó el
pasado mes de enero con la adquisición del campus financiero por parte
del consorcio inversor británico Propinvest. En conjunto, la entidad
presidida por Emilio Botín recibió por la operación 4.398 millones de
euros, casi 400 millones más de lo esperado, y obtuvo unas plusvalías
de 1.681 millones.
Operaciones
Por
su parte, BBVA llevó a cabo una operación distinta con parte de sus
activos inmobiliarios. La entidad presidida por Francisco González
compró el año pasado 10.000 metros cuadrados en el parque empresarial
Foresta de Madrid, propiedad de GMP, donde construye su nueva sede
corporativa. GMP, a su vez, adquirió al banco cuatro edificios en
Madrid: la Torre BBVA, en Castellana 81; Alaclá 16,; Goya 14 y otro
inmueble ubicado en Hortaleza-Vía de los Poblados. Estos activos están
valorados entre 600 y 700 millones.
Siguiendo la misma
filosofía, Popular puso a la venta en enero diecinueve edificios de su
patrimonio inmobiliario con el objetivo de construir una nueva sede
corporativa en Madrid y mejorar su eficiencia.
Reordenación de la cartera empresarial
Caixa
Galicia ha efectuado en los últimos meses una reordenación de sus
inversiones empresariales. Se ha deshecho de participaciones en
empresas menores y también ha desinvertido en compañías cotizadas,
principalmente del sector energético. Su Corporación, el hólding que
aglutina sus inversiones empresariales, ha recortado casi a la mitad su
presencia en el sector energético en el último año.
Primero
vendió un 3% de Unión Fenosa, dejando su participación en un 5%, y este
año rebajó su presencia en otro 1,5%. La caja perdió interés ante la
imposibilidad de poder participar en la gestión de la compañía. También
se deshizo de su participación directa en la portuguesa Galp.
Sin
embargo sí aumentó del 16,9% al 20% su participación en Pescanova, un
porcentaje que le permite consolidar los resultados de la multinacional
pesquera.
A. Chas / J. E. Navarro.
Expansion
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