Las empresas que más 'miman' a sus empleados


El 'ranking' de las 25 mejores compañías para trabajar en España refleja que las multinacionales extranjeras y tecnológicas son las que más cuidan a sus trabajadores, según Great Place to Work. Danone, Lilly y Roche Farma lideran una lista en la que hay siete sociedades de capital español. La seguridad física y el sueldo, lo mejor y peor del mercado laboral.
13 de marzo de 2006

Raquel acaba de incorporarse a su puesto de directiva en Microsoft, después de un año sabático que le ha llevado a recorrer Australia.Mientras, Angel, como ya es habitual, va a entrar una hora más tarde a la oficina para llevar a su pequeño a la guardería, gracias a las dos horas que Lilly ofrece de margen de entrada y salida.Por su parte, Eva ha quedado al mediodía con el fisioterapeuta que Roche Farma ha puesto a disposición de los empleados en una sala del edificio. Nombres ficticios, para situaciones reales que van ganando terreno en las empresas, que buscan en la conciliación y en la salud medidas para mimar a sus empleados, en una época en la que el talento escasea. Una tendencia que reporta pingües beneficios a las compañías, pero que entre las de capital español cala lentamente.

Las extranjeras y las tecnológicas son las que más cuidan a sus trabajadores. Así se desprende del ranking de las 25 mejores empresas para trabajar en España de 2006, elaborado por el instituto de origen estadounidense Great Place to Work, y que NUEVA ECONOMIA publica hoy. Según el estudio, la filial española de Danone ha sido elegida por su plantilla como la compañía que mejor trata a los empleados. El segundo y tercer puesto de la lista lo ocupan dos farmacéuticas, Lilly y Roche Farma. De las 25, siete son de capital español: Automóviles Utilitarios (Ausa), Bankinter, MRW, Muebles Expomobi, Mutual Cyclops, R Cable y Sadiel. Por sectores, predominan las tecnológicas (cinco) y farmacéuticas (cuatro), ya que son mercados que requieren una importante inversión en la atracción y retención del talento. En la anterior edición, el podium lo ocuparon la consultora estadounidense Bain & Company, Danone y Lilly y entre las 25 había cinco compañías españolas.

Para elaborar la lista, Great Place to Work se ha basado en una extensa encuesta -en número de partícipes y preguntas- de clima laboral. En ella, los empleados examinan, de forma anónima, su relación con los directivos, los compañeros y la propia empresa a partir de cinco temas: credibilidad, respecto, trato justo, orgullo y compañerismo. Preguntas sobre si los jefes saben llevar el negocio, cumplen con sus promesas, asignan adecuadamente las funciones o ascienden a quienes se lo merecen; sobre si la empresa implica a los empleados en la toma de decisiones, tiene en cuenta sus sugerencias, reconoce su trabajo o permite la flexibilidad. En definitiva, si al personal le gusta ir a trabajar a su empresa.Este sondeo supone dos tercios de la puntuación. El resto lo aporta una auditoría interna sobre las prácticas y políticas de recursos humanos. En esta cuarta edición del ranking Great Place to Work han participado 104 empresas y 10.000 trabajadores.

Algunas de las conclusiones que se desprenden del informe reflejan que un 73% de los encuestados considera que puede flexibilizar su horario laboral cuando lo necesite y que un 62% opina que los directivos cumplen sus promesas. Lo mejor de las empresas es la seguridad de las mismas (90%), la igualdad de oportunidades (87%) y el trato justo con independencia de su sexo (84%). En cambio, lo peor es el salario (sólo el 48% de los trabajadores cree que es justo), la conciliación (el 57% se siente apoyado por su empresa para compaginar vida personal y profesional) y reconocimiento del trabajo (59%).

«La información que las compañías pueden obtener sobre qué opinan sus empleados y cómo están respecto a la competencia» dice Montse Ventosa, directora general en España de Great Place to Work, «es una información muy valiosa para saber cuáles son los puntos débiles y por tanto, identificar áreas de mejora en el entorno laboral».

Las empresas partícipes en el estudio reconocen que, a diferencia de otros sondeos, el de Great Place to Work es más riguroso ya que abarca a todos los empleados. El precio por dejarse examinar puede llegar hasta los 5.000 euros, en función de los datos que la compañía quiera conocer sobre sí misma. La investigación «no tiene precio», apunta Santiago Vázquez, director de Recursos Humanos de una de las empresas españolas dentro del ranking, R Cable. No en vano coloca a esta pyme gallega de 194 empleados dedicada a las tecnologías a la altura de gigantes de la talla de Microsoft, PricewaterhouseCoopers o American Express.

Aunque es difícil cuantificar el impacto económico de estas medidas en la cuenta de resultados de las compañías, lo cierto es que estas prácticas motivan al trabajador. Y un trabajador motivado y contento se traduce en mayor eficiencia y menor rotación y, por ende, rentabilidad y competitividad. Sin duda, en la era del buen gobierno, las buenas prácticas en recursos humanos también se están convirtiendo en un termómetro para medir la capitalización bursátil de las compañías. Los gurús en la materia dicen que el 65% del éxito de las empresas depende de las personas.

Estas buenas prácticas son claves para que la conciliación no se quede en papel mojado. Sirvan como datos que en el ranking de las 25 de 2006, la diferencia entre hombres y mujeres ha disminuido un 7,2% respecto a la edición anterior, situándose el porcentaje de empleados masculinos en el 53,6% y el femenino en el 46,4%.Si la distancia entre ambos sexos «continúa acortándose al ritmo que lo ha hecho este año», dice el informe Great Place to Work, «el resultado podría ser del 50% en cuatro o cinco años». A nivel de dirección, la cosa se ve de otro color: un 62% frente un 38%.El empeño del Gobierno porque se acorten distancias a base de cuotas -el anteproyecto de Ley de Igualdad aprobado por el Ejecutivo hace una semana insta a las empresas a tener un 40% de mujeres en sus consejos de administración- no convence a las empresas, más proclives a que los empleados ganen puestos por méritos propios.

Pero además, estas medidas también son fundamentales para atraer y retener al talento, un bien escaso que, para más inri, se ha vuelto muy exigente. El sueldo ya no es lo esencial para aceptar un trabajo. Aspectos como flexibilidad horaria y posibilidades de desarrollo se están volviendo determinantes a la hora de firmar un contrato laboral.

Ante este panorama, las compañías tienden a ajustarse a las necesidades de cada trabajador, personalizando las prácticas. Por lo que empiezan a ser habituales las jornadas a la carta.

Entre las 25 empresas del ranking español hay prácticas comunes como flexibilidad horaria, jornada intensiva, permisos de paternidad, tickets restaurante o subvención de la comida, apoyo formativo, buzón de sugerencias, eventos para fomentar el buen ambiente o instalaciones deportivas.

Pero ya está apareciendo otro nivel de medidas, aunque no están muy extendidas entre todos los clasificados de excelentes entornos laborales, como la mejora del permiso de paternidad y maternidad, flexibilidad en el período de lactancia, ayudas para la guardería, teletrabajo (posibilidad de trabajar desde casa), bonificación por ideas nuevas, subvención del gimnasio, habituación de una sala para masajes o incentivos para realizar labores de voluntariado.Y hay un tercer estadio, que es el que marca la diferencia entre unas y otras.

En el caso de Microsoft -cuarta en el ranking-, el año sabático que Raquel se ha tomado sólo es accesible para la alta dirección, pero la compañía de Bill Gates ofrece un buen número de posibilidades para conciliar, que incluso permiten que la familia acompañe al empleado en viajes de trabajo. Este año, Microsoft ha puesto en marcha la segunda fase del Plan de Conciliación enfocándose en la salud. Así se subvenciona la práctica de deportes o la asistencia a spa, charlas antitabaco e incluso se ha habilitado una sala para un profesional que ofrece desde tratamientos terapéuticos hasta estéticos, a precios especiales. La idea es acercar servicios al empleado. En esta línea, se acaba de estrenar un puesto de lavado de coches en el parking de las oficinas de la compañía.

Los empleados de la farmacéutica suiza Novartis tienen su momento Trébol, en el que los empleados disponen de una hora para organizarse sin que nadie les moleste. Además, están prohibidas las reuniones más allá de las 17.30 horas.

American Express destaca por una práctica que apenas está extendida que es la figura de un mentor, un compañero que ayuda y orienta la carrera profesional de otro.

El deseo de la cúpula directiva de Royal Canin (alimentación animal) de implicar a los empleados en el negocio llega hasta tal punto que el logotipo institucional está formado por la fotografía de todos los empleados. En esta compañía los regalos a los trabajadores son una práctica habitual. Así, los que tengan perros o gatos tienen su comida gratis, los que se casen, un cheque, y los que tengan un hijo, una cesta. Y todos, tan contentos.

En Masterfoods Effem se trabaja sin despachos, según la propia compañía, nadie tiene uno. Todo son espacios abiertos, para fomentar la comunicación y mejorar la resolución de incidencias.

Una vez al año, The Walt Disney reúne a toda la plantilla en el llamado Employee Forum, donde se examina in situ a la dirección.«La libertad de expresión y una relación cercana entre el jefe y el empleado forma parte de la cultura corporativa», dicen en la empresa.

La última del Top 10 del ranking, Amgen, también lleva a cabo sesiones informativas y turnos de preguntas entre la dirección europea y la filial de España. Destacan sesiones entre el mentor y el empleado para evaluar a su superior.

En lo que se refiere a las compañías españolas presentes en la lista, Bankinter y Muebles Expomobi repiten este año, en el caso del banco, por tercer año consecutivo.

En líneas generales, según Great Place to Work, la empresa española está atrasada en implicación del empleado en el proyecto, comunicación interna y conciliación. En este sentido, algo que es más habitual en Europa, como la jornada comprimida, es decir, la posibilidad de trabajar cuatro días y librar tres, en España aún se sigue con las comidas de dos horas. Para nota son prácticas como la retribución a la carta, la bonificación por presentar candidatos sin tener que caer bajo la sospecha del enchufe, el fomento del liderazgo individual o el llamado couching (mentor que guía la carrera profesional del trabajador). Y para qué hablar de nombramientos tipo Empleado del mes.

Por su originalidad, Expomobi destaca por su política de motivación.En una compañía donde el personal trabaja cuando el resto de los mortales está en su tiempo libre, lograr mantener a los empleados contentos es harto difícil. Entre otras medidas, se ha implantado un sistema por el que los trabajadores se entregan tarjetas de reconocimiento. Y el que más acumule. Premio. Un viaje.

En Automóviles Utilitarios hay un plan de acogida de hasta tres semanas para que el empleado aterrice y programas de coaching y mentoring (como el anterior pero a un nivel inferior).

Con ésta, ya van cuatro ediciones de la lista de los mejores lugares para trabajar en España. El objetivo de Great Place to Work es convertir el ranking en el certificado oficial de reconocimiento de las empresas. El modelo de esta investigación es ya un referente en EEUU, donde la obsesión por medir todo llevó en 1984 a la revista Fortune a encargar a dos periodistas la elaboración de una lista de las mejores compañías para trabajar en dicho país.Cuatro años después se publicó el primer ranking y en 1991, uno de ellos, Robert Levering, montó su propio negocio de análisis, consultoría y asesoría de las prácticas de las empresas, que ya le ha llevado a 27 países.

http://www.elmundo.es


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