Gran parte de estos jóvenes está
estudiando en el colegio y el desempeño de esta tarea repercute en su
rendimiento escolar, situación que la Organización Mundial del Trabajo
(OIT) tacha de "ejemplo de explotación infantil", según reseña el
diario mexicano 'Rebelión'.
Ante la alarma generada por esta
situación, dos estudiantes de la Universidad Metropolitana Iztapalapa
han realizado un estudio sobre la explotación infantil en México bajo
el nombre 'Ética corporativa y prácticas indebidas en México: una
aproximación del trabajo de los empacadores de Wal-Mart'.
Un
menor que trabaje para Wal Mart como empaquetador obtiene
aproximadamente 80 pesos (6 euros) diarios, pero sábados y domingos
pueden alcanzar hasta 200 (15 euros). Además, el diario añade que los
empaquetadores de los supermercados no tienen contrato, ni sueldo base,
ni ningún tipo de prestación y que incluso "se ven obligados por la
empresa a cumplir requisitos formales como si fueran empleados o de lo
contrario serán castigos".
El perfil de los empaquetadores de
Wal-Mart es muy similar. Todos son menores de entre 14 y 15 años que en
la mayoría de los casos "son hijos de madre soltera y cuando se trata
de una familia tradicional, el padre tiene un empleo precario". El
estudio señala que en las familias ampliadas "son varios los que
contribuyen en los ingresos", aportando sumas que alcanzan entre el 30%
y el 70% del gasto que se genera en sus casas.
Además, el
estudio destacó que "el marco legal vigente para regular esta situación
es deficiente", ya que "permite que las empresas se aprovechen de las
circunstancias de los niños para utilizarlas en su beneficio".
Asimismo, la investigación explica que se firmó un convenio entre el
Gobierno del Distrito Federal y la Asociación Nacional de Tiendas de
Autoservicio y Departamentales (ANTAD) para proteger a los menores en
1999 pero que "se incumple", puesto que este acuerdo recoge que "el
trabajo es un apoyo para que los menores continúen sus estudios".
Una de las consideraciones que acomete el estudio de la Universidad es
la de que a pesar de lo precaria de esta situación, al compararlos con
otros sectores "los empaquetadores son de los únicos menores que
cuentan con alguna protección legal".
CRÍTICAS DE LAS INSTITUCIONES
Por otra parte, UNICEF tacha esta actividad de "explotación infantil
por parte de las empresas". En esta línea se enmarca un informe
realizado por la OIT que calcula que en México hay 3,5 millones de
niños trabajadores, situación provocada en buena medida porque "el
trabajo infantil se sigue tolerando, se acepta como si fuera natural y
en gran parte es invisible porque a menudo está cubierto de un muro de
silencio, indiferencia y apatía".
El informe de la OIT resalta
que el Código Internacional del Trabajo establece que los menores
únicamente podrán trabajar en la industria familiar "siempre y cuando
el trabajo no sea nocivo para su edad, desarrollo y educación". Por
ello, la OIT ha destacado que la labor de los menores "limita el
desarrollo de los niños, su permanencia en el sistema educativo y
afecta a su crecimiento psicológico, físico y social".
Las
prácticas de empresas como Wal-Mart se oponen a la Convención
Internacional sobre los Derechos de la Niñez que fue aprobada por
UNICEF en 1989, que garantiza el acceso de los niños a la alimentación,
salud, educación y bienestar en general.
EMPAQUETADORES EN MÉXICO
La Dirección General de Trabajo y Previsión (DGTPS) ha concedido en los
últimos cinco años un promedio de 12.000 permisos anuales a menores de
14 y 15 años para trabajar como empaquetadores en grandes almacenes.
Sólo en la capital mexicana trabajan 9.000 menores según la DGTPS y
cerca del 70% lo hacen en las tiendas de autoservicio del grupo Cifra
Wal Mart.
Una de las principales contradicción de esta práctica
es que los empaquetadores que trabajan sin contrato y sin prestaciones
ganan unos 2.100 pesos (160 euros) mensuales, lo que supone dos veces
el salario mínimo y que en muchas ocasiones supera el sueldo que
perciben los adultos. Pero el informe recuerda que estos ingresos son
temporales, ya que el límite de edad de los empaquetadores es de 16
años. Contrariamente a lo que recoge el convenio para la regulación del
trabajo infantil, "la labor de los empaquetadores los aleja de la
escuela y reduce sus oportunidades de vida".
La DGTPS exige para
trabajar empaquetador unas condiciones básicas a los jóvenes, como
tener entre 14 y 16 años, así como contar con la aprobación de sus
padres y aportar un certificado de estudios. Al presentar toda esta
documentación se les somete a un examen físico y otro psicológico para
comprobar que están capacitados para la vida laboral.
En otro
sentido, el diario 'Rebelión' apunta que "las prácticas de la empresa
contradicen la ética empresarial y cualquier responsabilidad social,
impone condiciones a las comunidades donde se establece, tanto a los
gobiernos, como a los proveedores, empleados y hasta a la competencia"
El estudio de la UAM recuerda que "son conocidas sus violaciones a los
derechos laborales", a través de los bajos salarios que son hasta un
26% inferiores a los de otros empleos similares.
BASES DE LA INVESTIGACIÓN
El informe elaborado por los dos estudiantes se ha llevado a cabo
mediante 27 entrevistas realizadas a niños que trabajan como
empaquetadores, así como por la observación y entrevistas con los
supervisores de la compañía.
De este estudio se desprende que
los niños deben comprar el uniforme reglamentario de la compañía, a
pesar de que la ley obliga a las empresas a aportarlo sin ningún coste,
además de que en muchas ocasiones trabajan más de las horas permitidas
por la ley.
Así, aunque el supermercado está obligado a darles
media hora de descanso, en el 33% de los casos trabajan más de cinco
horas sin descanso, en función de la afluencia de clientes y casi la
mitad de los encuestados reconoció en a los investigadores que dobla su
turno para obtener algunos ingresos extras.
E. Press