'El desempleo sigue siendo el principal problema económico y social de nuestro país'

CCOO. -Los datos de la EPA del tercer trimestre de 2014 son positivos, aumenta el empleo y baja el paro, pero se ven "ensombrecidos" por la mala calidad del empleo creado, que es fundamentalmente precario, y por el agravamiento del problema del desempleo de larga duración. "El desempleo sigue siendo el principal problema de nuestro país", según ha destacado Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, por lo que urge un cambio en las políticas económicas y sociales que apueste por la creación de empleo de calidad y la protección de las personas como objetivo central.
24 de octubre de 2014

Los datos que proporciona la EPA son positivos, pero muy dependientes de la estacionalidad que caracteriza a la economía española en el verano y, especialmente, en este año en que se está produciendo una excepcional temporada turística. La serie desestacionalizada de la variación del empleo y el desempleo que proporciona el INE así lo confirma.

Por eso, resulta más relevante el análisis de las tendencias de fondo que revela la dinámica interanual, es decir, la comparación de las cifras del tercer trimestre de 2014 con las del mismo período del año anterior. Con este criterio de análisis más sólido, muchos de los datos siguen siendo positivos pero en una dimensión más realista:

 La población activa —formada por las personas que tienen empleo o lo buscan activamente— se ha reducido en 241.700 en el último año, el 1 % interanual.

 La población ocupada —el empleo— aumentó en 274.000 personas, un 1,6 % interanual.

 El paro estimado se reduce en 515.700 personas debido tanto a la creación de empleo como, sobre todo, a la caída de los activos. En concreto, en términos cuantitativos, el 47 % del menor desempleo se explica porque hay menos personas buscando empleo y el 53 % restante, por el aumento del número de ocupados.

Estas cifras dan una idea de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad española: con este ritmo, necesitamos 13 años para recuperar el nivel de empleo previo a la crisis, esto es, no lo recuperaríamos hasta el 2028.

Los datos positivos de la EPA en términos absolutos no deben ocultar los cambios que se están produciendo en el mundo del trabajo en España:

 El empleo que se crea es fundamentalmente precario porque en el último trimestre el número de personas asalariadas con contrato indefinido se redujo en 26.700 mientras que el de personas con relación laboral precaria aumentó en 122.400.

 En variación trimestral, es muy preocupante la destrucción de empleo femenino: en el tercer trimestre de 2014 hay 13.900 mujeres con empleo menos que en el trimestre anterior, un dato muy negativo que hay que seguir muy de cerca para saber si es algo coyuntural o una tendencia de fondo.

 En el tercer trimestre se produce una intensa ralentización de la variación del empleo: si en el segundo trimestre creció en 402.200 personas en el tercero lo ha hecho en 151.000, una diferencia enorme que en parte esta explicada por razones estacionales pero que también puede reflejar las consecuencias del cambio en la dinámica económica en la Unión Europea.

 La precariedad laboral sigue creciendo porque lo que más aumenta es el empleo temporal, de tal forma que la tasa de precariedad ya es del 24,6 %, un punto más que hace un año, lo que señala un camino muy preocupante de creación de empleo a la salida de una recesión a través de la precariedad laboral, una constante en la historia de nuestro país.

 Si bien en este trimestre ha descendido el empleo a tiempo parcial, sigue siendo mayoritariamente empleo no deseado, que afecta a todos pero sobre todo a las mujeres. Con el último dato, del 19 % de los asalariados del sector privado trabaja en jornada reducida, una cifra que se eleva hasta el 31 % entre las mujeres.

 En España sigue habiendo 5.427.700 personas en desempleo, a pesar de la caída de la población activa, que equivale a una tasa de paro del 23,7%, lo que nos convierte en el país con más parados de la Unión Europea y el segundo en tasa después de Grecia.

 Se agrava el problema del desempleo de larga duración: casi 3,5 millones de personas, el 62 % del total de los desempleados ya está en esta situación, y hay 2.343.600 personas que llevan más de dos años en paro, 162.000 más que hace un año.

 La bajada del paro estimado se concentra en los tramos de menor edad, de tal forma que incluso se incrementa en algunos tramos de los mayores de 45 años. Estas dos características —empieza a reducirse el paro pero que aumenta el de larga duración y de los mayores de 45 años— señalan el gravísimo riesgo de enquistamiento del desempleo en estos colectivos, que deben ser objeto de una atención especial.

 En España hay todavía 1.789.400 hogares en los que todos sus miembros están en desempleo.

 En el último año se han seguido sumando hogares en la peor situación, aquellos que no tienen ningún ingreso laboral, ni salario, ni pensión, ni prestación. En el tercer trimestre de 2014 hay 3.000 familias más en esta situación dramática, hasta llegar a los 728.300 hogares.

Es necesario un cambio en la política económica, que ponga la creación de empleo de calidad y la protección de las personas como objetivo central

La situación del desempleo es dramática en nuestro país, es nuestro principal problema económico, social, familiar y personal, y por eso todos los esfuerzos tienen que dirigirse a crear empleo. No podemos esperar resignadamente varias décadas porque los más de 5,4 millones de personas en paro, muchas de ellas ya paradas de larga duración, no lo pueden soportar.

Urge un cambio de orientación en la política económica y laboral, aquí y en la UE, que deje atrás las políticas de austeridad y recortes y apueste de forma decidida por el crecimiento. Una nueva estrategia económica en la que la recuperación del diálogo social debe ser un instrumento básico y que debería tener, como primer resultado, un plan de empleo dirigido con prioridad hacia las personas jóvenes y paradas de larga duración, al tiempo que se diese cobertura a los 730.000 hogares sin ingresos laborales (salario, prestación, subsidio o pensión) que hay en España y se extendiese la cobertura social a los colectivos y personas en situación de mayor desprotección.

Es necesario combinar un aumento de las prestaciones por desempleo con la implantación de una renta básica para las personas y familias que no tienen ningún tipo de ingreso, lo que las coloca en el borde de la exclusión social y la extrema pobreza.

“Estas medidas urgentes necesitan recursos públicos, y por eso una de las razones de nuestro rechazo a la reforma fiscal propuesta por el Gobierno es que lleva implícita menos ingresos para el estado, lo que se traduce en la reducción de los presupuestos destinados al empleo y las prestaciones sociales”, señala CCOO, que recuerda que ha presentado una batería de alegaciones a la reforma fiscal del Gobierno que permitiría incrementar en más de seis mil millones la recaudación y proporcionar los recursos necesarios para financiar estas propuestas de mejor protección social y las políticas de empleo.