Ana Botín pide claridad a los reguladores para que la banca pueda trabajar


Expansión. - La presidenta de Santander ha asegurado hoy que el banco se enfrentará a los nuevos desafíos del sector siendo "sencillo, cercano y transparente". Botín ha pedido claridad a los reguladores y ha avisado de los riesgos que conllevan políticas monetarias demasiado expansivas.
23 de octubre de 2014

Ana Botín ha pronunciado hoy su primer discurso como presidenta en la VII Conferencia Internacional de Banca que Santander organiza en su sede corporativa de Boadilla del Monte. La número uno del grupo ha aprovechado su intervención, ante un auditorio repleto de personalidades del mundo de la economía, la finanza y la política, para dejar claro cuál es la estrategia del grupo antes los desafíos a los que se enfrenta el sector financiero.

La presidenta ha admitido que los malos comportamientos de algunos bancos antes de la crisis han dejado tocada la confianza de la sociedad hacia estas instituciones. Según Botín, la misión de la banca es "contribuir al progreso de las personas y de las empresas". Sin embargo, "demasiados banqueros perdieron de vista este objetivo en los años anteriores a la crisis económica. Y, como sector, perdimos gran parte de la confianza que la sociedad había depositado en nosotros".

Además, ha subrayado como los cambios en el entorno, y especialmente los que están provocando las nuevas tecnologías -clientes más informados, más exigentes y con más posibilidades de elegir- también suponen un reto para la banca tradicional. Un reto que, a su vez, es una posibilidad.

Botín ha explicado que Santander piensa enfrentarse a estos retos "siendo un banco sencillo, cercano y transparente", lo que le permitirá ganarse la confianza y la lealdad del cliente. Un cliente, ha explicado la banquera, al que ya no se puede sólo satisfacer, ya que se necesita anticiparse a sus necesidades.

España, ejemplo de reformas acertadasLa número uno de Santander ha recordado que los bancos tienen que enfrentarse a estos cambios en un entorno que sigue incierto, ya que la recuperación económica está siendo dispar en los diferentes países. Para que esta recuperación se extienda a todas las áreas, Ana Botín sugiere seguir adelante con las reformas estructurales y apoyar a los empresarios, "porque son las empresas las que impulsan la creación de empleo".

España es, según la banquera, un ejemplo de cómo las buenas reformas funcionan. "España ha registrado un impresionante cambio de tendencia. Los niveles de productividad se han disparado. El país se ha convertido en el "campeón de la exportación" en Europa. Y en este ciclo la creación de empleo, aunque todavía es moderada, se ha producido antes y más rápido que en anteriores ocasiones", ha declarado la banquera.

Ana Botín también se ha referido a las actuaciones de los bancos centrales, que buscan reactivar la economía y sustentar la recuperación. No obstante, Botín ha recordado que las políticas expansivas conllevan riesgos y pueden provocar nuevas burbujas. "Necesitamos coordinación y anticipación para evitar que se produzca una valoración incorrecta de activos en algunos mercados. La crisis nos mostró lo costosas que pueden ser las burbujas", ha afirmado.

La regulaciónEl núcleo central del discurso de Botín ha sido, sin embargo, la regulación. La presidenta de Santander, tras reconocer que los reguladores "han hecho un trabajo muy valioso en un corto espacio de tiempo", ha puesto encima de la mesa una serie de cuestiones sobre las que el banco lleva tiempo mostrando su disconformidad.

En primer lugar, Ana Botín ha vuelto a pedir claridad en la regulación, para que los bancos no sólo puedan cumplir, sino programar su negocio, en función de las necesidades futuras de capital. "En este momento sería bueno tener más claridad sobre la cantidad y estructura del capital: la claridad es esencial para, teniendo en cuenta el crecimiento previsto de nuestro negocio, poder planear y luego comunicar a nuestros inversores la rentabilidad que pueden esperar de nosotros", ha afirmado.

Pero, además, Botín ha insistido en recordar que la necesidad de tener unos bancos cada vez más seguros no puede ir reñida con la exigencia de que éstos cumplan su función con la sociedad, que es la de prestar. "Necesitamos encontrar el equilibrio adecuado entre objetivos que compiten entre sí: reforzar el capital y la liquidez; reducir la complejidad; facilitar la resolución de entidades; y mejorar el gobierno corporativo, todo ello permitiendo que los bancos contribuyan al crecimiento. No es una tarea fácil", ha reconocido la banquera.

La banquera también se ha referido a cuestiones concretas de la regulación que, tal y como están planteadas, conllevan en su opinión muchos riesgos. Así, por ejemplo, la separación o prohibición de algunas líneas de negocio es positiva para que las entidades sean más sencillas y transparentes, pero, al mismo tiempo, podrían dificultar el accesso a determinados servicios bancarios o aumentar su coste. Botín ha pedido que se aporten mejoras a estas normas: "Estamos todavía a tiempo: la letra pequeña importa", ha afirmado.

Otra cuestión que preocupa en Santander son el uso excesivo de la ratio de apalancamiento que, siendo un indicador no sensible al riesgo, puede representar un incentivo equivocado para las entidades.

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