La banca recorta 2.600 millones en sueldos en cinco años con los ajustes de plantilla

Expansión. - Los sueldos representaban en 2009 el 60,3% de todos los gastos de los bancos españoles, una cifra que se ha reducido hasta el 56,4% a finales de 2013.
10 de septiembre de 2014

Una de las principales vías que están utilizando los bancos españoles para recortar gastos y mantener la eficiencia pese a la caída de los ingresos es la reducción de sus plantillas. Desde 2009, año en el que la crisis empezó a manifestarse con virulencia en el sector financiero, los trabajadores de las entidades de depósitos (bancos, cajas y cooperativas) se han reducido en 50.095 personas, un 19%. En el mismo periodo, los gastos de personal (relativos a los negocios en España) han descendido el 14,8%, equivalente a 2.634 millones de euros, hasta situarse, a finales de 2013, en 15.108 millones de euros.

No acaso, España ha concentrado el 30% de todos los ajustes de plantilla que se han realizado en la zona Euro en el periodo examinado.

En 2009, el coste de los salarios suponía algo más del 60% de todos los gastos de los bancos, mientras que al cierre del pasado año este porcentaje se había reducido al 56,4%. Hay que tener en cuenta, además, que en este periodo los bancos han soportado gastos extraordinarios de personal provocados por la misma reestructuración, como por ejemplo las indemnizaciones. Como recuerda el Banco de España en su último Informe de Estabilidad Financiera, en este periodo se ha producido «la materialización de gastos de indemnización de personal en los que ha incurrido alguna entidad que se encuentra inmersa en procesos de ajuste de su capacidad productiva».

Cuando estos gastos extraordinarios vayan a desapareciendo, los bancos empezarán a recoger los frutos de los recortes en su integridad. De hecho, las principales entidades, que en su mayoría han estado inmersas en procesos de integración, todavía mostraban a finales del pasado ejercicio una subida de sus gastos de personal. La excepción es Santander, que, más allá de la absorción de Banesto y de Banif, no ha realizado ninguna operación corporativa en España durante la crisis.

La reducción de las plantillas es la lógica consecuencia de los cierres de oficinas –en el periodo analizado la red de sucursales de las entidades de depósito en España ha pasado de 44.085 a 33.228 (al cierre del primer trimestre)-. La mayoría de los cierres han sido la directa consecuencia de la consolidación –compras y fusiones- o de las condiciones impuestas por Bruselas a las entidades que han recibido ayudas públicas.