'Los datos del paro demuestran que se está precarizando aún más el empleo juvenil'

CCOO. -La Encuesta de Población Activa difundida este jueves pone de manifiesto, a juicio de Jóvenes CCOO, que se está frenando la destrucción de empleo entre la juventud a través de la sustitución de puestos de trabajo estables y a jornada completa por otros temporales y a tiempo parcial.
25 de julio de 2014

Los datos de la EPA correspondientes al segundo trimestre de este año no dejan lugar a dudas: aunque es cierto que se ha producido una caída en el número de jóvenes de entre 16 y 29 años en situación de desempleo, la población activa sigue disminuyendo y quienes trabajan lo hacen con contratos cada vez más precarios.

Concretamente, si hace un año 48 de cada 100 jóvenes eran temporales, hoy se encuentra en esa situación el 52 por ciento. También ha aumentado en algunas franjas de edad el número de personas con jornadas parciales no deseadas (no encuentran ningún empleo a tiempo completo), en una tendencia que se observa con enorme claridad si comparamos los datos actuales con los del comienzo de la crisis: mientras actualmente hay 459.500 jóvenes con una jornada parcial porque no han podido conseguir ningún trabajo a jornada completa, en el segundo trimestre de 2008 las personas que se hallaban en estas circunstancias eran sólo 271.200.

Jóvenes CCOO considera que la solución a la terrible situación de paro que padece la juventud española no puede pasar por la destrucción de empleo con derechos para crear, en su lugar, puestos de trabajo precarios que –en la mayoría de los casos- impiden a los jóvenes emanciparse, llegar a fin de mes o construir proyectos de vida estables. No se trata, como propone la CEOE, de que quienes tienen derechos renuncien a ellos para igualar en la explotación al conjunto de la clase trabajadora; al contrario, deben desarrollarse políticas que garanticen el empleo y los derechos de quienes hoy se encuentran en peor situación, y eso no pasa por empeorar las condiciones de vida y trabajo de la mayoría de la sociedad sino por una modificación radical de las políticas económicas que se vienen imponiendo desde el comienzo de la crisis y por un cambio de modelo productivo basado en el desarrollo de los sectores vinculados a los servicios públicos, a la innovación y al conocimiento.