Catalunya Banc, para BBVA


Cinco Días. - El BBVA ha ganado la subasta de Catalunya Banc al presentar una oferta mejor que la del Banco Santander y CaixaBank, con lo que amplía notablemente su presencia en la región y el Estado tendrá que dar por perdidos más de 11.500 millones.
22 de julio de 2014

El grupo presidido por Francisco González, que ya se adjudicó en subasta Unnim, ha ofrecido 1.187 millones de euros. La oferta d ela entidad ha superado el mínimo requerido, por lo que no ha sido necesario abrir una segunda fase. La oferta contempla limitar la venta al 98,4% del capital.

El BBVA, Santander y CaixaBank presentaron ofertas en firme por Catalunya Banc el pasado viernes para aprovechar la oportunidad de adquirir una entidad nacionalizada que acumula más de 13.600 millones en ayudas, de ellas, 12.600 directamente del Estado.

El francés Société Générale, otro de los interesados por el grupo catalán finalmente desistió de pujar.

A la espera de que se conozcan oficialmente los detalles de la operación, la oferta de BBVA estaría muy por debajo de los 2.500 millones de patrimonio neto con los que cuenta Catalunya Banc.

A juicio de los expertos consultados, la operación es “redonda” teniendo en cuenta el precio ofrecido, que el Estado está dispuesto a cubrir parte del coste de las reclamaciones por preferentes, cláusulas suelo y coberturas de tipos de interés (swaps) e incluso una probable indemnización a Mapfre si BBVA rompe el acuerdo de bancaseguro que la compañía tiene con Catalunya Banc.

Además, BBVA podrá sacar buen provecho a los créditos fiscales.

El FROB, el fondo de rescate español, confiaba en que subastar la entidad catalana en el tercer intento y que no fuera necesaria una segunda vuelta porque la mejor oferta fuese un 50 % superior y 200 millones más generosa que la segunda.

Tras la compra de Unnim, el BBVA ha decidido seguir aprovechando la oportunidad de crecer y consolidar su presencia en una región que considera clave.

En febrero de 2013, Francisco González desveló públicamente que el banco estudiaba la opción de pujar en el segundo intento de subasta de Catalunya Banc “con todo el interés posible”, al igual que había reconocido días antes el Santander.

En aquel momento, el banquero argumentó que la experiencia decía que cuando se ofrecía a un comprador un esquema de garantía sobre parte de la cartera de la entidad subastada, las ayudas del Estado se podían reducir.

Pero ante la negativa del Estado, a través del FROB, a conceder nuevas ayudas en forma de epa, la subasta quedó desierta y hubo que replantearse una vía alternativa para que Catalunya Banc ganara atractivo.

Desde el momento de su creación, el grupo fruto de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa empezó a recurrir a las ayudas públicas y solicitó un préstamo de 1.250 millones con la promesa de que los devolvería.

Sin embargo, el tiempo demostró que lejos de retornar un solo euro a las arcas públicas, el grupo era incapaz de cumplir con las exigencias de capital y tras suspender las pruebas de estrés europeas, el Estado acabó dando por perdidos los primeros fondos aportados e inyectándole 1.718 millones más.

Aún así no era suficiente para reforzar un grupo, cuyas cajas habían llevado a cabo una política de riesgos totalmente imprudente, como lamentaron recientemente en el FROB, y que hizo que acabara necesitando 9.084 millones de la ayuda europea a la banca española.

Es decir, 12.052 millones, que rebasaron los 13.000 millones al incluir una aportación de más de 1.000 del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para dar liquidez a los miles clientes a los que vendió participaciones preferentes y deuda subordinada.

A pesar de todo ello, el Estado se vio obligado la semana pasada a poner otros 572 millones para que Catalunya Banc se quitara de encima casi 6.400 millones de euros en hipotecas tóxicas, pues casi seguro que con ellas encima ningún banco hubiera estado dispuesto a pujar.

Saneada y con 62.000 millones en activos

CatalunyaCaixa, el banco adjudicado hoy por el FROB a BBVA, es una entidad recapitalizada y saneada por los más de 13.600 millones que ha recibido en ayudas públicas, que suma un total de 62.392 millones de euros en activos. Después de los ajustes en personal y oficinas a los que estaba obligada por el rescate bancario, la entidad dispone actualmente de 5.361 empleados y de 758 oficinas, 715 de las cuales en Cataluña.

Así pues, BBVA se hace con un banco arraigado en Cataluña, donde operó con la marca Caixa Catalunya hasta su fusión con Caixa Manresa y Caixa Tarragona, y que tiene unos 3,6 millones de clientes.

Con esta compra, el BBVA se refuerza aún más en Cataluña, ya que el banco que preside Francisco González se adjudicó Unnim, fruto de la fusión de Caixa Terrassa, Sabadell y Manlleu, en marzo de 2012. Su absorción por parte del BBVA permitió al banco controlar una red de oficinas en Cataluña de 843 sucursales con un total de dos millones de clientes.

Antes de realizar esa integración, no obstante, BBVA tuvo que asumir la salida de más de un millar trabajadores de Unnim, cuya marca acabó eliminando en mayo del año pasado.

Actualmente, CatalunyaCaixa, marca comercial de Catalunya Banc, tiene una cuota de mercado de más del 11 % en depósitos y con una penetración del 21 % entre las empresas, del 21 % en la población catalana y del 25 % entre los comercios catalanes.

Después de traspasar sus activos inmobiliarios a la Sareb, el “banco malo”, el FROB cerró la venta de su plataforma de gestión de activos inmobiliarios, CX Inmobiliaria, al fondo de inversión Blackstone, que la semana pasada también adquirió por 3.615 millones de euros la cartera de cerca de 6.400 millones en hipotecas problemáticas de Catalunya Banc, aunque para ello el FROB tuvo que poner 572 millones más.

En mayo de 2013 el FROB incluso optó por relevar a sus entonces gestores, Adolf Todó y Jaume Massana, para poner al frente de la entidad a José Carlos Pla, que procedía de CajaSur y que se ha encargado desde que asumió las riendas de CatalunyaCaixa de limar la estructura de la entidad para ceñirla al rol de banca comercial en Cataluña, su territorio de origen.

Superado todo este proceso, Catalunya Banc tiene ahora un patrimonio neto de 2.506 millones de euros, una ratio de préstamos sobre depósitos que se sitúa por debajo del 100 % y suma unos activos fiscales de 3.550 millones de euros, frente a unos pasivos fiscales de 276 millones. En cuanto a la solvencia del grupo, su “core capital” o capital de máxima calidad asumiendo todos los futuros impactos de la normativa (término conocido como “fully loaded“) es del 14,9 %, mientras que su cobertura es del 81,6 %, siempre según datos de la entidad.

Por otra parte, CatalunyaCaixa, que aún no ha dado a conocer los resultados del primer semestre del año, abandonó el año pasado los números rojos y ganó 532,2 millones de euros, si bien solo 167,8 millones de estos beneficios procedieron estrictamente de su negocio bancario, mientras que el resto, 364,4 millones, fueron fruto en buena medida de activos fiscales y canje de híbridos.



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