Las entidades medianas aceleran su fusión por las presiones de Economía
Las últimas piezas del nuevo puzle financiero español están a punto de
encajar. Mientras el Banco de España ha puesto en marcha ya la subasta
de los intervenidos Banco de Valencia y Catalunya Caixa -Novagalicia
tiene hasta septiembre para tratar de aguantar en solitario-, el
Ministerio de Economía presiona al grupo de las cajas medianas para que
se unan entre ellas. Bajo el dogma de "menos entidades, pero de mayor
tamaño", el Gobierno persigue que la reforma financiera culmine con
grupos que superen la barrera de los 100.000 millones de euros de
activos. Por separado, ni Unicaja con Caja España Duero (80.425 millones
en activos), ni el grupo BMN (69.000 millones), ni Ibercaja tras
adquirir Caja3 (65.600 millones), ni Liberbank (53.000 millones), llegan
a rozar dicha cifra.
03 de mayo de 2012
Hace apenas 10 días que el Ministerio de
Economía apremió a los responsables de las cuatro entidades citadas a
unirse. Aunque el secretario de Estado de Economía, Fernando
Jiménez-Latorre, no lo mencionó expresamente, el Ministerio hubiera
visto con buenos ojos una operación común para crear un gran banco, con
unos 270.000 millones de euros en activos. La dificultad de configurar
semejante gigante, que se convertiría en la quinta entidad por activos
del país, partiendo de cuatro firmas generadas a su vez por uno o varios
procesos de fusiones de cajas menores hace "inviable" semejante
proyecto, según fuentes del sector. La vía intermedia consiste en
limitar la fusión a dos matrimonios en los que cada pareja supere los
100.000 millones de euros en activos, una cuantía que el Ejecutivo
estima suficiente como para que las entidades se financien por sí solas
en el mercado de capitales, lo que debería garantizar su supervivencia
futura.
Y las entidades parecen haberse plegado a los deseos de Economía. Un
alto directivo de BMN revelaba ayer que su grupo (que conforman Caja
Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra) tiene atada una
operación corporativa para conformar una entidad de 150.000 millones de
euros en activos con el visto bueno de Economía.
"Todos estamos hablando con todos", aseguraban fuentes oficiales de
BMN, que admiten que hay conversaciones avanzadas con Liberbank pero no
descartan una eventual unión con Ibercaja. Sin embargo, desde el sector
se apunta a Liberbank como la opción más factible. Aparte de que su
unión apuntalaría la fortaleza del grupo, la presencia geográfica de
cada entidad parece casar sin excesivos solapamientos. En Andalucía, por
ejemplo, donde BMN cuenta con 349 oficinas, Liberbank apenas tiene 32.
Lo mismo ocurre en Cataluña, donde las 489 sucursales de BMN tan solo
sumarían 11 de la firma asturiana. Por contra, Liberbank (nacida de Caja
Asturias, Cantabria, Extremadura y la extinta Caja Castilla La Mancha)
posee 420 oficinas en Galicia, donde BMN no tiene presencia alguna, o
371 oficinas en la comunidad manchega, donde su posible socio apenas
aporta otras 20. Entre las dos, sumarían algo más de 3.000 sucursales en
todo el territorio nacional.
Una prueba más de cómo casan los modelos de negocio de las dos
entidades es que ambas se han presentado como serios pujantes en la
subasta por Banco de Valencia (24.000 millones en activos), entidad
intervenida por el Banco de España que se encuentra en el punto de mira
estratégico de los dos grupos. La fusión entre BMN y LIberbank, más la
eventual adquisición del banco levantino, daría a lugar a un grupo de
146.200 millones de activos. Este podría llegar a rebasar los 150.000
millones de concretarse la compra que persigue cerrar Liberbank de Banco
Caixa Geral. La filial del banco portugués en España aportaría unos
9.000 millones más.
En el caso de Ibercaja y Unicaja ya se produjo un acercamiento entre
las dos entidades hace unos meses, si bien las negociaciones no llegaron
a buen puerto por la falta de entendimiento entre sus máximos
responsables.
De momento, las combinaciones están abiertas. De hecho, los
presidentes de BMN, Carlos Egea; Liberbank, Manuel Menéndez; Unicaja,
Braulio Medel; e Ibercaja, Amado Franco, tienen prevista una nueva
reunión a cuatro bandas que probablemente tenga lugar la próxima semana,
revelan desde una de las entidades.
Aunque desde Economía rehusan entrar en detalles, desde las entidades
financieras reconocen que el Gobierno está presionándolas para cerrar
acuerdos de fusión antes de finales de mes y beneficiarse así del marco
establecido por el Gobierno en el nuevo real decreto del sector
financiero. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzaba
este lunes que se anunciarán más fusiones bancarias "en los próximos
días".
Entre otras cosas, las operaciones corporativas permiten a los
asociados aplazar un año el proceso de saneamiento de sus activos
financieros. En concreto, Unicaja afronta un coste de 1.831 millones de
euros tras absorber Caja España-Duero, de los que 1.065 millones
corresponden a provisiones y 766 a capital adicional. Ibercaja, más
Caja3, afronta 1.732 millones, divididos en 1.028 para sanear y 704 para
elevar su capital. El impacto para BMN suma 1.039 millones, de los 674
irían a fortalecer capital y 365 al riesgo inmobiliario. Liberbank, por
su parte, debe reunir 840 millones para provisionar 463 y elevar su
capital en 377 más.
Los frente abiertos
La reestructuración interna
"¿Cómo
vamos a desobedecer a la autoridad?", plantean desde uno de los cuatro
grupos de cajas. Plantean que están dispuestos a cumplir con la
pretensión de Economía de fusionarse entre ellos, pero destacan la
dificultad de hacerlo cuando no han culminado sus propios procesos de
fusión. BMN, que engloba Caja Murcia, Granada, Penedès y Sa Nostra, y
Liberbank (Caja Asturias, Cantabria, Extremadura y la intervenida CCM),
llevan más tiempo en marcha y aún no han culminado su integración. Qué
decir de Ibercaja que se hizo con Caja3 en febrero, o de la unión de
Unicaja y Caja España-Duero, desatascada en marzo tras un año de parón.
Puja por Banco de Valencia
BMN
y Liberbank son dos de las entidades que han presentado oferta no
vinculante por Banco de Valencia, entidad intervenido por el Banco de
España el pasado mes de noviembre. La entidad que preside Carlos Egea ha
manifestado su interés por la filial de Bancaja, ahora socia en Bankia,
debido a que reforzaría su presencia en la comunidad valenciana y a la
similitud de su perfil de negocio de ambas entidades. Fuentes
financieras aseguran que Santander y Bankinter también participan en la
subasta. Las ofertas definitivas deberán presentarse antes del próximo
27 de mayo. Banco de Valencia cuenta con un total de 427 oficinas.
Catalunya Caixa, la más deseada
La
siguiente en salir a subasta será Catalunya Caixa, cuyo cuaderno de
ventas comenzó a distribuirse entre los interesados este lunes. Como
candidatos figuran Santander, BBVA, Kutxa Bank o Sabadell, aunque
tampoco se descarta que en la primer ronda participen otras entidades
medianas, como Unicaja, Ibercaja o Liberbank. Fuentes financieras
aseguran que la entidad que resulte ganadora podría recibir 4.000
millones de ayudas públicas. Una cifra calculada teniendo en cuenta que
la cartera de activos problemáticos asciende a 16.000 millones, que ya
ha dotado en torno al 40% y presuponiendo una pérdida esperada de entre
el 40% y el 50%.
La incógnita de Novagalicia
Tras la
subasta de Banco de Valencia y Catalunya Caixa faltará por despejarse el
futuro de Novagalicia, entidad controlada también controlada por el
FROB. El banco gallego tiene el compromiso del Gobierno de que podrá
contar hasta el próximo mes de septiembre de plazo para conseguir atraer
capital privado y evitar tener que ser subastada. Para seducir a
inversores institucionales, fundamentalmente fondos de inversión de
origen anglosajón, Novagalicia ha planteado al Banco de España que parte
del capital de la entidad sea sometido a una subasta competitiva que
incluya un esquema de protección de activos sobre posibles pérdidas
futuras.
el pais
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