Solbes y González apoyan intervenir a los bancos y cajas con problemas
Tiempos duros para la banca. Francisco González, presidente de BBVA, se mostró ayer convencido de que el Gobierno tendrá que intervenir alguna entidad financiera.
24 de febrero de 2009
Personalmente pienso que es inevitable la intervención de algunas
entidades'. Más claro no pudo ser ayer por la mañana Francisco
González, presidente de BBVA, durante las jornadas Europa y América
ante los cambios organizadas por el diario Abc.
Pero como en todo, luego viene la letra pequeña. Los matices. Para
el máximo responsable del segundo banco español, 'nacionalizar no es la
solución. Intervenir es mejor porque, aunque también parte del sector
público, es una medida temporal, más rápida y más eficaz. Además, te
permite separar los activos malos de los buenos'. Y agregó, 'es muy
importante aislar a los jugadores débiles del sistema'. El ejecutivo se
decanta, pues, por el método tradicional de sacar adelante entidades en
apuros en España: imposición de un equipo gestor por parte del Estado,
saneamiento a través del Fondo de Garantía de Depósitos y reinserción
de la firma (ya saneada) en el sector privado.
González recordó que, de momento, el sistema financiero nacional no
padece problemas de solvencia. Pero anotó que 'debemos asumir que la
duración y la profundidad de la crisis serán las que determinen si
finalmente aparecen dificultades en algunas entidades'. Por este
motivo, destacó el ejecutivo, 'debemos estar preparados y tener a punto
los mecanismos para reaccionar de forma rápida y eficaz'. En su
opinión, 'entre los mecanismos habría que incluir las ayudas públicas.
Ahora bien, las inyecciones de capital deben ser temporales y
condicionadas a un plan bien articulado de saneamiento y
reestructuración de la entidad'.
Horas más tarde, el propio González presentó al vicepresidente
económico del Gobierno, Pedro Solbes, en un almuerzo-coloquio. El
ministro dijo estar de acuerdo con González en que el sector público
'debe estar preparado para una posible intervención'. Eso sí, matizó
que existen formas de intervención que no tienen que ver con la
nacionalización, y que, en cualquier caso, en España 'no se ha
planteado la necesidad de utilizarlas, ni siquiera en forma de
recapitalización'. En opinión del vicepresidente, las compras de
activos de calidad y el sistema de avales y garantías impulsado por el
Ejecutivo 'están funcionando bastante bien'. En alusión a la entrada
estatal en el estadounidense Citi, Solbes afirmó que algunas
intervenciones 'pueden bordear el proteccionismo financiero'.
El responsable de Economía se refirió a la compra de Endesa por
parte de la italiana Enel, afirmando que 'no pueden hacerse
discriminaciones por nacionalidad', aunque 'no deja de ser
contradictorio que una empresa pública compre una privatizada de otro
país'. 'Si la operación se resuelve de modo que los intereses del otro
país no puedan dominar, la procedencia de los accionistas es
irrelevante', explicó Solbes, que cerró su intervención con una frase
entre la broma y el enigma: 'Envidio al señor Bermejo porque es ex
ministro'.
Superponer solvencia a la territorialidad de las entidades
El
vicepresidente económico del Gobierno se refirió ayer a la posibilidad
de que se produzca una fusión de cajas de ahorro de distintas
comunidades autónomas (en concreto, la de la andaluza Unicaja con Caja
Castilla-La Mancha), relativizando la importancia de la región como
factor esencial de la existencia de este tipo de entidades financieras.
'La
territorialidad ha sido un elemento muy importante en la vida de las
cajas, fundamentalmente por su impacto en la obra social. Pero hoy
vivimos en un mundo globalizado, y en las instituciones financieras la
clave es la solvencia. Ese debe ser hoy el elemento predominante. Si no
se tiene solvencia, mal negocio tendremos, y mal podrán ayudar las
cajas a sus territorios', dijo. Respecto a las dos entidades
mencionadas, Solbes fue conciso: 'Fusionar dos cajas de ahorro, si la
medida permite un aumento de solvencia o de eficiencia, me parece bien'.
La reconversión de la red bancaria es el próximo paso de la crisis
Una
crisis por entregas. Así describió la actual recesión Francisco
González, presidente de BBVA. El primer capítulo corresponde a las
turbulencias estrictamente bancarias y está ligado a los activos
tóxicos de Estados Unidos. Para el banquero esta parte casi ha acabado.
La
segunda y actual fase es la paralización de la actividad económica en
general. Viene marcada por el deterioro del crédito, el repunte de la
morosidad y los problemas de flujo de caja. Aquí, los supervivientes
serán quienes cuenten con un adecuado core capital, buenos activos y
flujo de caja.
La crisis se cierra, según González, con 'la
reconversión del mercado financiero internacional'. Para el ejecutivo,
'no es sostenible una banca minorista con una excesiva implantación
física y poca presencia virtual'. Desde su punto de vista, 'hay que
replantear muchas cosas en torno a las oficinas, desde su número, hasta
el perfil de la persona que trabaja en ellas'.
Cinco Dias
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