Las jubilaciones anticipadas son un 44% más altas que las normales

En los tres primeros meses del año, la cuantía media de las pensiones por jubilación anticipada era de 1.080 euros mensuales frente a los 749 euros de las de 65 o más años. Hasta marzo, el 38% de los empleados se retiraron antes de tiempo.
11 de mayo de 2005

Las jubilaciones anticipadas están repercutiendo muy seriamente sobre el sistema de pensiones. No sólo por la retirada antes de tiempo de trabajadores y, por tanto, de cotizantes, en el lado de los ingresos, sino también, en el lado de los gastos, por la cuantía de la prestación.

En los primeros meses del presente año, el 37,7% de los 67.472 trabajadores que se jubilaron lo hicieron de forma anticipada. El importe de la pensión media de empleados era de 1.080 euros frente a los 749 euros de quienes se retiraron del mercado de trabajo a los 65 años, lo que representa un 44% según datos confirmados por la Seguridad Social, a los que tuvo acceso EXPANSIÓN.

Esta diferencia entre quienes se jubilan anticipadamente –entre los 61 y los 65 años– se da a pesar de que estos trabajadores tienen una penalización por cada año en el que se retiren antes de los 65 años. Esta es la edad en la que cumpliendo otras condiciones, como un periodo de cotización de 35 años, los trabajadores se pueden retirar con la totalidad de la prestación.

Dependiendo de los años de cotización, las personas que se jubilan anticipadamente tienen una reducción en la base reguladora –cuantía de la prestación– de entre el 6% y el 7,5%, lo que técnicamente se conoce como coeficiente reductor.

Sin embargo, la Seguridad Social ha previsto que este año se retirarán antes de tiempo más de cien mil trabajadores, lo que representará más del 50% de todos las jubilaciones. En los últimos años, la cifra de altas anuales como pensiones de jubilación está en una horquilla comprendida entre 190.000 y 200.000. Y ello, a pesar de que el sistema de pensiones está registrando el descenso en la entrada de nuevos pensionistas por los efectos de la Guerra Civil y la postguerra.

El caso es que ya el año pasado, el 63,44% de los trabajadores que se jubilaron lo hicieron antes de los 65 años, lo que representa un avance respecto al casi 60% de 2003 –ver cuadro en la misma página–.

Así, en 2003, el porcentaje de trabajadores que se retiró a los 65 años era del 34,85%, y del 30,26%, en 2004. En cambio, se aprecia un ligerísimo avance entre las personas que se retiran entre los 66 y los 70 años, fruto de la conocida como ley de jubilación flexible que el Gobierno del PP, CEOE y CCOO pactaron en 2002. La norma fomentaba la permanencia en el mercado de trabajo después de los 65 años con beneficios en la pensión. Por ejemplo, las personas con más de 35 años de contribución a la Seguridad Social que se retiren después de los 65 años reciben un 2% de la pensión por cada año de permanencia en el mercado de trabajo. La misma norma estableció la bonificación de las cotizaciones empresariales para las compañías que mantuviesen en plantilla a empleados con estas edades con el objetivo de seguir avanzando hasta los 55 años. Esta es precisamente una de las reclamaciones de la patronal CEOE.

Las fuentes consultadas de la Seguridad Social reconocen la influencia de las jubilaciones anticipadas en el gasto y en el número de altas en las pensiones por su elevado porcentaje. Máxime, cuando, en conjunto, las nuevas pensiones son en torno a un 30% más elevadas que las que se dan de baja.

Sin embargo, las jubilaciones anticipadas –entre los 61 y los 65 años– junto a las prejubilaciones –desde los 52 a los 60 años– son una de las medidas más recurridas por las empresas para reducir y rejuvenecer plantilla, como fórmulas de evitar el despido puro y duro. Por esta razón las medidas, que suelen conllevar una gratificación adicional para el empleado, son pactadas con los sindicatos. En consecuencia, la edad real de jubilación laboral en España está en los 62 años, y no en los 65.

130.000 inmigrantes son autónomos
El número de inmigrantes autónomos en España al finalizar el primer trimestre del año era de 128.555, lo que supone un incremento del 4,74% en comparación con los 122.736 registrados a finales de 2004, según la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).

De acuerdo con estos datos, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana concentran más de la mitad de los empresarios/ trabajadores inmigrantes, informa Europa Press. Por actividades, los extranjeros que crean su propio negocio en España se dedican especialmente al comercio y la reparación de vehículos, con el 28,6% de la ocupación.

A esta actividad, en las preferencias de estos ciudadanos figuran a continuación ocupaciones como la hostelería, con un 19,7% de los trabajadores; las actividades inmobiliarias y de alquiler, con un 16,2% y la construcción, con un 14,9% de las personas de este colectivo. Cataluña es la comunidad con una mayor proporción de autónomos inmigrantes, con el 18,48% del total, seguida de Andalucía, con el 16,02%, la Comunidad Valenciana (15,87%), Madrid (15,07%) y Canarias (10,83%).

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